Cómo seguir siendo fotógrafo sin tomar fotografías...
- Ana Zagal
- 9 mar 2020
- 3 Min. de lectura
La última vez que tomé una fotografía con mi cámara (sin cobrar por ello) fue en noviembre-diciembre de 2018. Claro que no cuentan mis 'ensayos fotográficos' con mi teléfono, ni las sesiones que he hecho por una retribución económica. Hablo de tomar imágenes sólo por el placer de hacer...
Fue en mi primer viaje fuera de México, aquella ocasión viajamos hasta China para grabar unos videos que se instalarían en la plataforma que está desarrollando la empresa en donde trabajo. Visitamos las ciudades de Shenzhen, Shanghái, Hong Kong... y pasamos por Vancouver y Beijing... en nuestros ratos libres -que en realidad eran muy pocos- y a regañadientes -porque me sentía sumamente cansada como para andar caminando con 3 kilogramos de equipo- tomaba mi cámara, mi tripié y mis pocas ganas de registrar lo que veía, China tiene un particular look que requiere ser captado poco a poco, así que bajé la velocidad de obturación hasta donde creí posible y disparé.
Cuando de plano no podía -o no quería- usar mi cámara, hice algunos registros con mi móvil, pensando siempre en que una cosa eran las fotos y videos para mis redes sociales, otras para mi consumo personal (hice una foto de mi computadora, mi taza de café -cuando aún tomaba café- y el paisaje desde el piso 86 del ICC en Hong Kong para recordarme lo bien que me sentía trabajando ahí en ese instante) y unas fotos más para post producir y nutrir mi serie llamada "This is China" (el nombre lo elegí después).
En total elegí 71 imágenes de aquél viaje, casi todas en China (sólo un par en Vancouver, ahí no nos salimos del aeropuerto). Impulsada por la inspiración de Florian Mueller y Michael Lee me decidí a experimentar por primera vez en Lightroom con presets muy muy vistosos. El resultado me llenó por completo, cuando terminé esto ya era marzo de 2019, más, menos.
Una vez que tuve mi serie, me puse a pensar qué iba a hacer con aquello: ¿una página web? ¿un concurso? ¿subirla a mis redes sociales? ¿me alcanzaría para un libro?... empecé a buscar opciones y feedback, siempre he sido fan de Cuartoscuro, así que pedí datos para enviar mi portafolio (aún no lo hago), también le escribí a Michael Lee ¡y me respondió! para que revisara mi selección (en esas andamos, resulta que tuvo un bebé y se borró del mapa). En el inter entré a estudiar un curso en Doméstika (plataforma muy recomendada) y vi que había una convocatoria para revisión de portafolios, así que apliqué: elegí las 15 fotografías que según yo tenían potencial y las registré... meses después, ¡oh sorpresa! eligieron mi trabajo, pero resulta que era más que una revisión de imágenes: de entre muchos artistas mexicanos, fui una de los 150 creativos seleccionados para imprimir la Primera Edición del Portfolio Mexicano by Doméstika, fue toda una aventura, de lo mejor que he vivido hasta hoy...
También eligieron dos de mis imágenes de esta misma serie para la revista Alumbrarte Mx, una publicación hecha en Cancún... por último, tengo una sección reducida de 10 imágenes para una exposición presencial que espero pueda salir a la luz en este 2020.
A lo que iba: llevo un año y meses sin tomar una sola fotografía y eso no me vuelve menos fotógrafa o no fotógrafa. Le llamo rentabilidad artística y se trata de cómo buscas canales de difusión para tu arte. Este es mi caso más reciente y aplica para una serie fotográfica, pero también puedes hacerlo con la fotografía aislada: tengo una obra llamada "Las Tejedoras", es del 2017 y ha estado por lo menos en 5 exposiciones entre Morelos, Puebla y Ciudad de México.
Lo que debes saber es que las fotografías tienen vigencia; si lees las convocatorias, varias dirán que tu imagen debe ser tomada con máximo 5 años de antigüedad al día de la inscripción de la misma, esto es por un tema de derechos de autor y patrimoniales en el cual no ahondaré ahora mismo. Sin embargo es un dato que hay que tomar en cuenta.
El kit ganador: tu mejor serie fotográfica, una semblanza personal bien armada, una fotografía de retrato propia para difusión y disposición de horas para investigar todos estos canales, al final de cuentas, no es mejor fotógrafo el que toma más fotos en comparación al que las sabe posicionar en el canal adecuado.
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